El mundo emprendedor es de los valientes.

¿Cuántas historias de gran éxito conoces en tu círculo social? Y, ¿por qué el deseo de ser exitoso no lo es todo? Charles Luckman, empresario y arquitecto estadounidense, solía decir que el éxito es un viejo trío compuesto de habilidad, oportunidad y valentía.

Y ya que si bien para emprender un negocio hay que tener bien en claro las habilidades con las cuales contamos y que para generar clientes hay que ir en búsqueda de oportunidades, la valentía es el motor que nos permite seguir adelante en el camino que supone formar parte del mundo del emprendimiento.

“Cuando tienes ante ti dos opciones y decides tomar la oportunidad de arriesgarte ante la posibilidad de detenerte, eso es a lo que yo llamo valentía.”

Entonces, ¿qué es precisamente la valentía? En realidad, la valentía es la manera en la que nos enfrentamos a la incertidumbre causada por nuestras propias dudas y miedos, siendo ésta la que, en ocasiones, se antepone a aquellos aspectos negativos que buscan frenar todo por lo que trabajamos día con día. Así que, cuando tienes ante ti dos opciones y decides tomar la oportunidad de arriesgarte ante la posibilidad de detenerte, eso es a lo que yo llamo valentía.

1. Valentía significa creer

Después de 35 años persiguiendo su sueño, Diana Nyad; escritora, periodista y nadadora profesional, consiguió a sus 64 años nadar sin jaula protectora y sin aletas desde Cuba hasta Florida. No fue sino hasta después de 53 horas de nado, y con 4 intentos previos fallidos, que logró llegar a la meta alcanzando un éxito personal, y profesional, por el cual trabajo durante más de la mitad de su vida.

En el mundo del emprendimiento es necesario hacer intentos, tomar acciones a prueba y error, planear, enfrentar cambios, incertidumbres, tomas de riesgo, entre muchas otras situaciones que pueden aparecer como obstáculos imposibles de sobrepasar.

La diferencia, entre unos emprendedores y otros, surge cuando a pesar de todo lo anterior, sobresalen aquellos que encuentran la manera de volverlo a intentar, dedicarle más tiempo o incluso tomar una pausa, reflexionar, pero teniendo muy en claro que mañana es necesario seguir adelante.

2. Valentía es igual a paciencia

Muchos emprendedores se quedan en el camino porque creen que el éxito es algo que se construye fácilmente en meses o pocos años. A éstos, aún cuando trabajen duro, alcancen objetivos y sigan avanzando, no les es suficiente y optan por desistir debido a la impaciencia.

Ahora, aunque es posible armar planes de trabajo o los ya conocidos milestones, esto no nos asegura que fechas, objetivos o la misma empresa no vaya a requerir adaptarse a algo distinto en algún momento. Por lo que, para emprender, hay que ser lo suficientemente valientes para saber y aceptar que la paciencia es aprender a esperar a que el trabajo; de días, meses o años, sí llegará a rendir sus frutos.

3. Dar “no” como respuesta refleja valentía

Anteriormente, en mi artículo Sé asertivo y di que NO, te platicaba sobre la importancia de aquellas situaciones en las cuales es mejor dar un negativo como respuesta. Si bien responder con un “no” puede sorprender a la persona a la que te estés dirigiendo, hacerlo te mantendrá fiel a aquello que deseas alcanzar para ti y para tu empresa.

Además, sabemos que dar un “sí” como respuesta es realmente fácil y son muchas las personas que lo hacen aún sabiendo que no podrán comprometerse o cumplir con lo acordado. Una vez más, la valentía de un emprendedor reside en su capacidad de atreverse a decir que “no” cuando eso es lo que realmente desea comunicar.

4. Es de valientes pedir ayuda

Como emprendedores muchas veces nos queremos demostrar a nosotros mismos que podemos absolutamente con todo; prospectar clientes, hacer llamadas, responder correos, actualizar las redes sociales diariamente, hacernos cargo de los pagos, pensar en estrategias nuevas de comunicación, etcétera. Y encima de esto, creemos que no requerimos ayuda o apoyo de nadie.

Es importante recordar que la gente realmente exitosa ha llegado hasta esa cumbre gracias a un trabajo colaborativo, por lo que solicitar apoyo, opinión o consejo refleja no solo valentía, sino la humildad de aceptar que habrá ocasiones en las que nuestros tiempos o nuestro conocimiento se vea limitado y sean otras personas quienes nos ilustren o guíen en nuestro propio camino emprendedor.

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